jueves, 11 de diciembre de 2014

De ti yo quiero...

No me preguntes de tu edad o de los años,
tienes, si acaso, los años que yo llevo viviendo
éste amor nuestro, entonces, tu edad podría ser
siglos, centurias enteras de vida en mi corazón,
millones de vueltas a la azul esfera.

No me digas de tiempos y destiempos,
porque has aparecido en el momento exacto, 
somos hijos ambos del puntual encuentro.

No temas que me falte algo que haya
huido de tu ser, si tu cuerpo mismo
ha estado en el fuego consumido,
más vivo que el mío.

De ti yo quiero las noches negras, las azules,
las mañanas en gris con nuestras piernas 
entre cruzadas.
Los días de sol cargados de otoño, 
las tímidas flores que persisten al invierno.

Los veranos que desnudan nuestro lecho 
y que abandonan en las tibias brisas,
la piel y la razón.

De ti yo quiero los pasos dados, 
las pausas en mi puerta 
y todos los caminos nuevos 
que nos quedan por andar.

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